Tengo un telescopio. ¿Qué puedo ver hoy? (cont.)

Ahora nos encontramos con un cielo de transición. Las constelaciones de verano no tardan en desaparecer por el horizonte y, poco a poco, las constelaciones de invierno ganan su posición en el firmamento. Una de las constelaciones más impresionantes es Orión. Como bien sabéis, es una constelación típica del invierno. Pero si os levantáis antes del amanecer, o si aguantais durante la noche de obervación, podréis verla en el cielo.

¿Cómo identificarla? Sencillo. Veréis dos grupos de tres estrellas cada uno alineadas en el cielo. Forman el cinturón de Orión y su espada.

En la figura anterior veis las tres estrellas que forman el cinturón (las tres de color azul que están inclinadas) y las tres que forman la espada (aparecen en el centro y están alineadas en vertical). Estas tres estrellas son muy interesantes porque la del medio (la que aaprece de color rojo) no es una estrella. Se trata de la nebulosa de Orión (una de las más famosas y brillantes) o M42. Apuntad vuestros telescopios a este punto y visitaréis una nebuloa difusa, compuesta de gas, polvo y plasma. Si vuestro telescopio os lo permite,visitad sus cuatro nebulosas más importantes:

Cabeza de caballo
Se trata de una nebulosa muy oscura, de color rojizo, que descata por tener detrás una nebulosa muy brillante. Su nombre se debe a la forma de cabeza de caballo de esta nebulosa.

Nebulosa de De Mairan
Esta nebulosa la descubrió Jean-Jacques Dortous de Mairan antes de 1731. La peculiaridad de esta nebulosa es que está separada de la nebulosa principal de Orión por una línea de polvo.

M78
Es la nebulosa de dispersión más brillante del cielo. Es decir, es una nube de polvo que refleja la luz de las estrellas que tiene a su alrededor. Se puede ver incluso con telescopios pequeños.

NGC 2024
Esta nebulosa para estar en llamas. De hecho, en inglés se la conoce por el nombre de Flame nebula. Su color se debe a que los átomos de hidrógeno que la forman están constamente ionizados.

Espero que con estos ejemplos pases unas buenas noches de observación. Recuerda nuestro consejo: lleva contigo una guía de cuerpos celestes para localizar todo aquello que quieras mirar.

Aún más divertido es explorar el cielo con unos prismáticos y, cuando te encuentres algo que te llame la atención, apuntar con tu telescopio.

Y si lleváis una cámara de fotos, podéis probar a hacer fotos como la de la Cabeza de Caballo, de Antonio Miguel Pérez. Ah, no desesperéis. ¡Estas fotos no salen a la primera!

¡Disfrutad del cielo!

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